Hay historias de vida que nos ayudan a cambiar nuestra mirada, nuestra percepción. Hacen que nuestro gesto interno cambie y, al hacerlo, a pesar de que nuestros ojos ven lo mismo, damos una lectura, una narración distinta a lo contemplado.
A menudo conquistamos un sentido distinto a lo que vivimos a partir de un trabajo de cuestionamiento, terapéutico, en el que lentamente miramos el mundo con otros valores. Otras veces, alguien que nos resulta ejemplar provoca un efecto similar.
Vidas de otros que nos zarandean para bien y son una provocación a los esquemas establecidos.
Deseo compartir hoy un breve vídeo en el que alguien nos muestra cómo es posible crear gran belleza sin ver. Nos muestra también grandeza interior, longanimidad, alegría. Da que pensar, da que sentir.
Álex Rovira
“En este país invidente, los ciegos que quieren ver son apedreados por los otros ciegos”.
— Alejandro Jodorowsky
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