miércoles, 2 de septiembre de 2015

La Madurez Emocional, Psicológicamente Hablando


La definición de la madurez emocional

La definición psicológica que se le da a la madurez emocional es el “ser capaz de aceptar la realidad de las personas y cosas tal cual son”.

Esto se puede resumir en la oración que usan algunos grupos religiosos y se recita en los grupos de los alcohólicos anónimos que dice así: “Quiero cambiar lo que puedo cambiar, resignación para aceptar lo que no puedo cambiar y sabiduría para reconocer la diferencia”.
Basados en esa actitud con respecto a nuestra vida, las personas maduras poseen cualidades que hacen que su carácter sea funcional, agradable para los demás, y sobre todo saludable para nuestro organismo.

10 reglas de oro para alcanzar una mayor madurez

La persona madura debe ser capaz de establecerse metas que quiere cumplir, y llevar a cabo todo lo que tiene que hacer para que estas metas se cumplan a un corto o largo plazo.

He aquí algunos consejos para alcanzar una mayor madurez y sentirnos mejor con nosotr@s mism@s.

1. Debemos controlar nuestras emociones y pensar bien antes de tomar acción.

2. Confiar en nosotros mismos y en la capacidad que tenemos para actuar de una manera acertada.

3. Tener paciencia para con los demás y pensar que no todos deben estar de acuerdo con nuestro punto de vista.

4. Debemos conectarnos de una manera positiva con las personas que nos rodean, ya sean familiares, amigos o simplemente personas que trabajan con nosotros.

5. Debemos tratar de ayudar a quien podamos y apoyar a aquellas personas vulnerables que encontramos en nuestro diario vivir.

6. Saber llevar un balance en nuestras emociones, de manera que podamos reducir el nivel de estrés a lo máximo y pensar con serenidad.

7. Debemos perseverar en nuestras metas a largo y a corto plazo y enfocarnos en nuestros ideales sin abandonar lo que estamos persiguiendo.

8. Debemos tener la capacidad de tomar decisiones que nos convienen y que nos van a ayudar a prosperar.

9. Debemos ser humildes para aceptar nuestros errores.

10. No debemos criticar ni juzgar a los demás por lo que hacen ni formarnos un juicio a la ligera sobre alguna persona o situación.

La madurez y nuestras experiencias diarias

Debemos tomar en cuenta que la madurez se forma conforme a nuestras experiencias en la vida.

Nadie nace maduro. Nuestras experiencias en nuestra infancia y la manera como nuestros padres nos criaron son los que forman nuestro carácter y desarrollo emocional.

Los padres aman a sus hijos pero algunas veces fallan en darles una buena educación.

Muchos padres temen lastimar a sus hijos y se convierten en padres permisivos y eso no les permite a sus hijos a madurar apropiadamente.

Un hijo o hija al cual se le permite luchar por sus ideales y aceptar sus fracasos, penas y decepciones desarrollará una gran madurez.

Mientras que el hijo que es mimado, no aprende a vivir independiente y experimentará un gran estrés cuando crezca, pues sus padres se encargaron de solucionarle todos sus problemas cuando estaba en sus etapas de desarrollo.

Fuente: Psicológicamente hablando 

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