Cuando al espíritu le abres las puertas, él ya “es”. Es decir, los psicotrópicos no te dan nada, sólo te abren puertas hacia lo que tú ya eres. Sin desviaciones. Eso es bueno y útil. Ahora, cuando los psicotrópicos son usados para crear clanes y religiones o cuando psiquiatras se apoderan de ello para sus terapias, ahí hay un uso político que no es bueno.
Se prohibió en EE.UU la fabricación de ropas con fibra de cáñamo porque echaba para abajo la industria algodonera. O si no todos tendrían ropa sana. En Francia se prohíbe totalmente la marihuana porque arruina la industria vitivinícola y se caen los alcoholes. También el lobby del tabaco está contra la marihuana, pero deja pasar el hachís porque se fuma con tabaco. La intención prohibicionista surge exclusivamente en los intereses económicos de los empresarios.
Extracto de una entrevista
Tomado de Plano Sin Fin
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Imagen: Siegfried Zademack
Montaje de Imagen: Manny Jaef
@alejodorowsky en Twitter
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