“Porque le han dicho que un día estallará el combate, no puede acariciar a nadie porque vive con las manos empuñadas”.
— Alejandro Jodorowsky
Siente las yemas de tus dedos como si fueran la punta de tu lengua. Apoya las yemas en los objetos del mundo pensando que son frágiles, que la menor presión los puede quebrar. Pídeles permiso antes de tocarlos. Antes de apoyar los dedos en su superficie, siente cómo penetras en su atmósfera. Aprende a sentir y a acariciar con respeto.
«Quisiera darte una sola caricia, una sola pero que no termine nunca».
Alejandro Jodorowsky
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Imagen: Caress by Ewa Stryza
Montaje de Imagen: Manny Jaef
@alejodorowsky en Twitter
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