1.- Eres un ser deseado. Estás aquí porque el Universo lo quiso y contribuirás con él al desarrollo de la conciencia.
2.- Siente que eres libre de ser lo que eres, no permitas que nada ni nadie te etiquete, ni te imponga guiones que no se corresponden con tu autenticidad.
3.- Cada ancestro de tu árbol es un don que hay dentro de ti para ser usado a tu favor y al de toda la humanidad.
4.- Aprende a no pedir amor, sino a amar.
5.- Cree en los pequeños milagros de cada día y atiende a las coincidencias, en ellas hay mensajes ocultos que te guían en el correcto camino.
6.- Cada día, haz un acto generoso, un acto de bondad.
7.- Si en tu árbol genealógico hubo traumas, sánalos actuando.
8.- Déjate guiar por tu cuerpo, es sabio. Él te alertará de las situaciones de las que debas alejarte, sintiendo tensión y malestar. También te dirá cuando estás alineado con lo que eres, sintiendo relajación y bienestar.
9.- No contamines tu cuerpo con tóxicos, hábitos perjudiciales o una mala alimentación.
10.- En cuanto puedas, sé independiente. Cuanto antes, trabaja utilizando tu creatividad y realízate desarrollando tu vocación.
11.- Escribe un poema cada día.
12.- Busca y provoca situaciones que te hagan reír y hagan reír a los demás.
13.- Tiende a compartir, a colaborar, a ser solidario.
14.- Cuando tengas problemas, puedes analizarlos, puedes hablarlos, pero ten por seguro que hasta que no actúes no se producirá la transformación.
15.- Siente gratitud por todo lo que te regala el universo.
16.- Recuerda que nada en este plano de existencia perece, sino que se transforma.
17.- Aprende, investiga, observa, escucha, lee, estudia, conoce. Mantén siempre una actitud crítica, no te creas nada que no hayas experimentado por ti mismo.
18.- No te apegues a nada material. No consumas lo que no necesitas. Deshazte de lo viejo, de lo innecesario y de todo lo que no te alegre la vida, y deja espacio para que entre lo nuevo, lo útil y lo bello.
19.- Tampoco te apegues a ninguna creencia. Lo mismo que tu cuerpo se renueva constantemente, también lo deben hacer las ideas.
20.- Siembra cada día las semillas que te lleguen de dentro o de fuera. La semillas pueden ser palabras, caricias, belleza, acciones. Ellas son los gérmenes de más sabiduría, amor, la verdad, la belleza, el arte y la salud.
21.- Cuida con mimo el territorio que está más allá de tu cuerpo, tu casa, tu barrio, tu ciudad... el planeta y el universo.
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