El mejor templo, tu cuerpo. El mejor altar, tus manos abiertas. El mejor sacerdote, tu corazón. Sólo el descubrimiento de nuestro Dios interior puede curarnos para siempre. Lo demás es andarse por las ramas.
∼✻∼
Montaje de Imagen: Manny Jaef
@alejodorowsky en Twitter
No hay comentarios:
Publicar un comentario