viernes, 10 de enero de 2014

Pensamiento Mágico: “Nada Comienza, Nada Termina”

Todo es continuación. Fuiste algo antes de nacer, serás algo después de morir. Los actos que cometes son el producto de muchas generaciones anteriores y afectarán a varias generaciones por venir. Todo lo que existe en el universo transcurre como un río. Nuestra esencia vital es el cambio, pero el clan familiar, la sociedad con sus tradiciones caducas y las culturas separatistas, tratan de frenar este natural transcurrir, inculcándonos resistencias al cambio, lo que nos hace sufrir... Para lograr desarrollar una manera mágica de pensar, debemos hacernos conscientes de las resistencias que nos impiden obtener la felicidad de ser nosotros mismos, la alegría de la autenticidad... Enumeraré las resistencias principales, pero hay un gran número de resistencias menores que tú debes anotar en una hoja de papel, hoja que debes enterrar, plantando sobre ella una mata florida.
1.- Resistencia a nuestro propio cuerpo... Tenemos miedo de utilizar nuestro cuerpo en toda libertad. Desde pequeños nos enseñan que los hombres se mueven de una manera y las mujeres de otra. También nos enseñan una serie de gestos sociales que nos encierran en una especie de armadura, haciendo que nos movamos siempre de la misma manera y por lo mismo, privándonos de experimentar nuevas sensaciones que podrían enriquecernos la personalidad. Todos los seres humanos deberían tomar clases de danza, desarrollar la flexibilidad de sus articulaciones, en fin, lograr el dominio corporal que tienen los yogas.
2.- Resistencias sexuales de todo tipo... Nos avergonzamos de la intensidad y multiplicidad de nuestros deseos, limitados por prejuicios inculcados por las religiones durante siglos. Estos prejuicios, al culpabilizarnos de nuestros deseos, nos culpabilizan también de nuestra creatividad. Todas las instituciones oficiales, reconocidas, tienden a encerrarnos en formas “académicas”, a utilizar una lógica aristotélica ferozmente racional y a eliminar de la educación el desarrollo de la intuición. Recomiendo leer los libros sobre el Pensamiento Lateral, del psicólogo De Bono.
3.- Resistencia emocional... En lo privado nos permitimos todo tipo de emociones, casi todas con base egoísta, pero rehusamos aceptar los sentimientos sublimes porque la sociedad se burla de ellos. Amar a la humanidad, desarrollar la generosidad, compartir lo que obtenemos, cesar de explotar al prójimo, luchar por conducir al mundo a la salud mental, son considerados como sentimientos extravagantes o bobos. Nos da vergüenza reconocer nuestro íntimos valores... A un grupo de amig@s, proponles que cada un@, tú inclusive, enumeren 10 de sus cualidades, Verás que algun@s apenas llegan a 3 valores y casi nadie a 10. Ya estando sol@, pronto escribir una lista de 50 cualidades tuyas. Al comienzo esto te parecerá imposible, pero con paciencia y perseverancia irás descubriendo los muchos valores que tienes.
4.- Resistencia al espacio... Nos meten a vivir en cubos, limitándonos el territorio de más en más. No vivimos en el espacio que merecemos. La arquitectura se ha hecho fálica, aplastante, siempre con límites racionalistas, industriales, que nos quitan la alegría de vivir. Le han puesto precio al espacio y lo han convertido en algo artificial, por completo separado de la naturaleza. Los edificios son agresiones al paisaje, no se integran a él... Si vives en un espacio reducido, cuelga en cada una de tus paredes un cuadro que represente una ventana abierta hacia un espacio agradable e inmenso.
5.- Resistencia al tiempo... Nos inculcan que la vida es corta. Creemos que a partir de los 70 años ya estamos amenazados de muerte súbita, decadencia mental, debilidad sexual, regreso a la emocionalidad infantil... . Tengo ahora 82 años y me siento muy bien, sin ninguno de esos atroces síntomas. La vejez es una maravilla así como la juventud es una maravilla. Respóndete a esta pregunta: “¿A qué edad creo que voy a morir?” En la Edad Media, poca gente vivía más allá de los 35 años. En el Renacimiento pocos llegaban a los 40 años... Hoy en día ya se está hablando que la vida dura 100 años. ¿Y por qué no 120, 160, 300?... Tengas la edad que tengas, ofrécete un largo de vida sustancioso, no menos de 120 años... Mi padre a los 70 años se fue de Chile para implantarse en Israel, acompañado de una nueva esposa. Se burlaron de él, lo trataron de viejo loco. Sin embargo, en ese nuevo país pudo trabajar, engendrar dos hijos más y morir a los 100 años. Si a los 70 se hubiera dicho que su vida estaba acabada, habría perdido muchos años de felicidad... Siéntate a pensar: decide que vivirás por lo menos 120 años y haz un plan para organizar esa larga vida, comenzando hoy mismo a dar los primeros pasos para realizarlo.
6.- Resistencia a la consciencia... Nos limitan las ideas, la industria hace todo lo posible por convertirnos en adultos infantiles, consumidores insensatos, enceguecidos espiritualmente por la Televisión, el cine norteamericano, los periódicos prostitutos, el endiosamiento del dinero. Hay un complot hipócrita para destruir a las ideas revolucionarias, para impedir la mutación normal de las próximas generaciones, para diseminar la droga entre las clases oprimidas. Se inculca una aterrada auto-censura. Se tiene miedo del cambio y a nuevas formas de pensar...
Las cosas no son: están siendo. Tú no eres, estás siendo. La sociedad no es, está siendo. La religión no es, está siendo. Lo que ha comenzado hace milenios, seguirá cambiando durante milenios. Sé como el pez de río que es feliz sin intentar detener a la corriente. Haz de tus ideas, sentimientos, deseos y necesidades algo fluido. Piensa esto: las rocas más duras también están cambiando... Observa bien tu habitación: tus muebles de madera fueron árboles. Los objetos de plástico fueron lagos de petróleo subterráneo, tus chalecos de lana crecieron en la piel de una oveja. Quienes ves andar en las calles, antes fueron tierra... ¿De donde venimos? ¿Hacia donde vamos? Venimos de la Conciencia Divina, vamos hacia la Conciencia Divina. 

Fuente (Texto): Plano Sin Fin 


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Montaje de Imagen: Manny Jaef 
@alejodorowsky en Twitter

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