Con voz color merengue, de rodillas como perro,
el ánimo aferrado uñas y dientes al dinero,
navegas en un diamante para siempre enlodado.
Con la mente plena de negaciones
dan pasos pequeños
como si guiaran a un perro ciego.
Abandonan el terciopelo del silencio
para ir en busca de los conflictos,
bendicen los obstáculos y sucesos nefastos
porque son su reflejo.
Tienen el placer de afirmar que nada le deben a los otros
y que la unidad es la más torva de las ilusiones.
Negándose a despertar exaltan el incesante flujo del placer
y elevan la percepción sensorial a más altura que la fe.
Pero tú, de “esto no soy yo” en "esto no soy yo" llegarás al gran “esto soy yo”.
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@alejodorowsky en Twitter
Demasiado Bello.!
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