Cuando un@ trata de “matar” al ego, pienso que se puede encontrar en una lucha que reflejaría la dureza con la que un@ fue tratado en la infancia. Un@ rechaza a una dimensión de sí, que en el fondo sufre: un(a) niñ@ abandonad@, excluid@, no vist@, desvalorizad@, negad@, inhibid@. Pienso que eso nos lleva a ser dur@s con los otros, exigentes, y a veces agresiv@, como si un@ se las supiera todas y, después haber hecho tanto ayuno, meditación, palos y negación fakírica, y ya “estar sin ego” (porque está “muerto”), el cristo habla por nuestra boca y dice “la verdad” absoluta... Pienso que nunca hay que olvidar que un@ que caga, respira, habla, y tantas cosas más: es humano aunque con un ego vivo... Sin embargo, ese ego puede vivir una transformación alquímica y puede convertirse en un “Ganesha”: un ego perfumado al servicio de la humanidad y la conciencia divina: obediente, y amoroso.
Luz a mis esencias que saben galopar sobre el ego amado y transformado en el caballo de luz que son.
Cristóbal Jodorowsky
Imagen: Ganesha by Jeffrey 'CHAMBA' Cruz
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