Aprovecho de ello para exponer de nuevo lo que pienso, en nada para acusar personalmente.
Me dirijo a quién busca la película en Youtube o algún sitio de descarga ilegal o compra ese DVD pirata en la calle. Gracias por compartir.
Una película se debe financiar. Si quieres a un artista (ya que aquí se trata de cine que pretende al arte), es contradictorio querer piratear su obra, o gozar de ella en Youtube o algún sitio de descarga ilegal, gratuitamente.
Haciéndolo, claro podrás ver el filme y me alegro si llega a tu corazón ya que es con el corazón que la hicimos.
Pero al no participar con el precio de tu entrada, haces que no se pueda recobrar lo invertido para poder ofrecértela.
La consecuencia es que el cineasta no tendrá medios para hacer otro filme (y Alejandro tiene la intención de realizar por lo menos otros tres).
Tuviste dinero para comprar una computadora, o un celular, donde acceder a Internet; imagino también para algunas cervezas y/o sodas al día, ¿pero no para participar con tu boleto de entrada al financiamiento de un cine que, según entiendo, valoras?
¿Vives lejos de un cine que la presente? ¿Te parece mucho hacer unos kilómetros para ir a ver “La danza de la realidad” al cine? Nosotros invertimos hasta nuestro dinero personal para poder ir a filmar a Tocopilla y vivimos bien lejos de allá.
¡Cómo valió la pena el viaje! (y aprovecho para saludar a todos los tocopillanos que tanto nos ayudaron).
Y si realmente no puedes desplazarte, por motivos que obviamente respeto y no tengo por qué juzgar, ¿acaso no puedes esperar que salga el DVD no pirata, o que la puedas ver en VOD - descarga legal?
La maravilla que puede ser Internet en algo nos ha cambiado en niños mimados que lo quieren todo al instante y sin esfuerzo, como si todo se nos debiera en cambio de nada.
Un artista, como cualquier otra persona, necesita comer. No digo volverse rico haciendo cine comercial, simplemente nutrirse de su trabajo, para poder seguir adelante.
Bajo manto de admiración, descargar ilegalmente, ver una pésima copia en algún sitio de streaming o comprar un DVD pirata, es no pensar en las consecuencias de sus actos.
Por alguna razón, será condescendencia o secreto desprecio hacia el artista, se considera que el arte debe ser gratis. Claro: si clavos y martillos fueran gratis, habría más carpinteros ¿no? ¿Se le ocurre a alguien pedirle al dentista que cure caries gratis? A veces lo hace, ¿pero quién entra en su consultorio reclamando el derecho de usar su material? ¿Te preguntas por qué diablos hay que pagarle el pan al panadero? ¿Tu casa tendría mejor ocupación si cualquiera pudiera usarla, aunque seas sólo tú el que paga la renta?
Subir la película a la red, compartir el enlace, comprarla pirata en la calle sin acuerdo con los creadores del filme, es para mi robarla. Es robarla y hacerse cómplice de un robo.
Entiendo que Internet puede permitile ver el filme a muchas personas que viven en países donde no está distribuido (por ahora). Pero Internet también permite adquirir un DVD legal por correspondencia, o comprarla/rentarla en iTunes USA por un precio módico, en vez de esa pésima copia con subtítulos rusos.
Se le puede quizás también dejar al artista y/o su producción prever el buen momento para darle acceso libre vía la red a quienes realmente no tienen otro medio de verla, hacerlo en una pagina que ofrezca la calidad de imagen y de sonido intrínseca a la obra que con tanto cuidado se ha trabajado...
Si supieran las horas de trabajo que se pasaron en el mix del sonido, el equilibrio de los colores, la calidad de la foto... Para Alejandro cada uno de esos aspectos técnicos son una parte fundamental de su visión del cine. La copia que circula en sitios de descarga ilegal, que es la misma que la del DVD pirata, “se caga” en ese aspecto de la película.
¿Por qué caucionar tal robo y finalmente tal desprecio por la película, comprándole esa copia al crimen organizado - porque de eso se trata, o recomendando ese tipo de enlaces?
Para acabar y sobre todo, estaría bien que el espectador se sintiera responsable de la obra de los creadores que aprecia. Sin ese respeto, sin ese sentimiento de responsabilidad, sin ese cariño, el arte podría desaparecer...
Brontis Jodorowsky
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