Esta reconstrucción narrativa de su árbol genealógico le sirve para bucear en el sentido de su propio ser y su propia vida, a través de una inmensa geografía:
Las historias van de Ucrania a Chile, del yiddish al español, del Tarot al Circo. Alucinógenas aventuras en forma de fábula donde se mezcla realidad e imaginación, filosofía, religión, sexo, danza, muerte, lucha obrera.
Puede parecer un caos, de hecho lo es, un caos fantástico y mitológico en que poco importa lo que se cuenta y sí lo que se interpreta.
«Todos los personajes, sitios y acontecimientos son reales», dice Alejandro. «Pero esta realidad es transformada y exaltada hasta llevarla al mito. nuestro árbol genealógico por una parte es la trampa que limita nuestros pensamientos, emociones, deseos y nuestra vida material... y por otra parte es el tesoro que encierra la mayor parte de nuestros valores. Aparte de ser una novela, este libro es un trabajo que, si ha sido logrado, aspira a servir de ejemplo para que cada lector lo siga y transforme, a través del perdón, su memoria familiar en leyenda heroica.»
En la historia describe a unos antepasados surrealistas, como por ejemplo, un abuelo bailarín que muere danzando en llamas y una abuela que lleva un espectáculo de pulgas amaestradas.
“…nuestro árbol genealógico es la trampa que limita nuestros pensamientos, emociones, deseos y nuestra vida material… y por otra parte es el tesoro que encierra la mayor parte de nuestros valores”.
Así, Alejandro Jodorowsky se descubre como maestro de la metáfora, se regodea en imágenes imposibles que sacuden nuestro concepto de la realidad y de la memoria.
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